¿Cómo funciona la calefacción del auto?
¿Sabemos de dónde sale ese aire caliente?, ¿será que estamos consumiendo mas gasolina?, para eso estamos en Msparts, para despejar todas las dudas sobre la calefacción del auto.
Aunque parezca raro, la temperatura que tengamos dentro del auto no es solo una cuestión de confort, es también un tema de seguridad, porque manejar pasando frío o calor disminuye la concentración y contribuye a la somnolencia, además la calefacción nos ayuda a eliminar el vaho de los vidrios para no perder visibilidad, de ahí la importancia de los sistemas de climatización.
Cómo funciona
La calefacción es uno de esos sistemas que a día de hoy vienen instalados de serie en todos los vehículos, como una función básica de todo sistema de climatización, que es el encargado de regular la temperatura del aire para que tengamos un grado elevado de confort térmico en el habitáculo.
En términos generales, el aire que entra se canaliza por un conducto que se encuentra en la parte delantera del auto, por ejemplo las rejillas de la parte superior del capó, que están puestas en una zona de alta presión, que obliga al aire a entrar por ahí. Desde ese punto y según el sistema que se use, va a un calefactor que, como su nombre lo indica, lo calienta.
Después el aire entra al carro por los conductos de ventilación frontales, superiores e inferiores, el conductor mediante ruedas, palancas o botones seleccionan la dirección del flujo que entra por las rejillas de ventilación o toberas.
Hay tres sistemas básicos, los mecánicos, los automáticos y los eléctricos. Entre los vehículos refrigerados por agua, los mecánicos son los más antiguos, funcionan con un pequeño radiador que está instalado detrás del tablero de instrumentos, que toma el agua caliente del motor por una manguera y que aumenta la temperatura del aire que entra cuando pasa por ese radiador previamente calentado por el agua del motor.
Con este sistema solamente podemos modular la velocidad del flujo de aire y seleccionar la salida hacia el habitáculo, porque la temperatura siempre será la misma.
Los automáticos son más modernos y también tienen sus variaciones, aunque el funcionamiento básico es el mismo de los mecánicos, se diferencia en que un módulo electrónico controlado por un microprocesador en el que seleccionamos la temperatura que deseamos.
En los eléctricos, no es necesario que el motor se caliente para obtener la temperatura que deseamos rápidamente.
¿Y el consumo de gasolina?
Acostumbramos a creer que el uso de la calefacción aumenta el consumo de gasolina, pero resulta que este sistema funciona diferente al del aire acondicionado, y el aumento en el gasto de gasolina es mínimo.
La calefacción aprovecha el calor del motor del carro para calentar el habitáculo, el único gasto de energía eléctrica que se produce es el del funcionamiento del ventilador que pasa el aire al interior del carro y que viene de la batería, que se carga por el alternador, con lo que el consumo de gasolina en todo el proceso no lo notaremos.
Teniendo en cuenta que la calefacción se basa en el funcionamiento del motor, para evitar gastar combustible y conseguir un mayor rendimiento, debemos esperar unos minutos entre el momento en que arrancamos el carro antes de encenderla. De manera que el aire que entra en el habitáculo será caliente cuando el motor vaya alcanzando su temperatura óptima de funcionamiento.
Un truco para mejorar la sensación de confort de la calefacción, es seleccionar la salida hacia los pies y hacia el parabrisas al mismo tiempo, de manera que el aire caliente se distribuya por todo el habitáculo y no se empañen los vidrios.